Por Alejandra Etcheverry
Nota Diario La Opinión de San Luis
Hay oro blanco de cielo y un oro blando de monte,
hay silencios que se guardan en tu cauce y tu nombre.
Sobre las espaldas ocres que rasgan el cauce del río,
historias que se durmieron repiten tu alto destino.
Tantas manos te sintieron batir bajo la zaranda
y nunca detuviste el paso de tu murmullo que canta.
Los dorados se treparon a los sueños de los hombres,
pero tu ser luminoso te reclama desde el nombre:
La Carolina,
tierra de antaño en historias y sangre de poesía
La Carolina,
Gruta cavada en la sierra, oro de noche y de día.
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